Beatriz Robles, experta en nutrición: 'Si los tomas, es mejor que te fijes en...'

La canela es una especia presente en muchas recetas y bebidas gracias a su aroma y sabor únicos. Además, se le atribuyen propiedades beneficiosas, como mejorar la digestión, regular los niveles de azúcar en sangre y aportar antioxidantes al organismo.

Sin embargo, su consumo diario puede no ser tan inocuo como parece si no elegimos correctamente el tipo de canela. Sobre esto alerta Beatriz Robles, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y graduada en Nutrición Humana y Dietética, en su libro “Come seguro comiendo de todo”.

Beatriz Robles alerta sobre qué canela deberías comprar

Existen dos variedades principales de canela que encontramos en los supermercados: la canela de Ceilán y la canela Cassia. La primera, conocida como “canela verdadera”, se considera la opción más segura y saludable.

La canela Cassia, más común en Europa por ser más económica, puede ser problemática debido a su alto contenido de cumarina. Este compuesto, clave en el sabor de la canela, puede ser tóxico en exceso y dañar el hígado y los riñones.

Beatriz Robles explica que el problema radica en que la mayoría de las personas no saben qué tipo de canela están comprando. Muchas etiquetas no especifican si es canela de Ceilán o Cassia, complicando la elección. Por eso, insiste en la importancia de leer atentamente la información del producto y, en caso de duda, optar por marcas que indiquen claramente que se trata de canela de Ceilán.

El consumo habitual de canela Cassia en grandes cantidades puede ser riesgoso por su alto nivel de cumarina. Según diversos estudios, consumir grandes dosis de cumarina puede causar daño hepático, especialmente en personas con predisposición a problemas de hígado. Por eso, la nutricionista recomienda moderación, incluso si se trata de canela de Ceilán, cuya cantidad de cumarina es significativamente menor.

Además, Beatriz Robles destaca que, aunque la canela tiene beneficios reales para la salud, no es un alimento milagroso. “Hay que integrar su consumo en una dieta equilibrada y no verla como un remedio para solucionar problemas de salud específicos”, señala. También aconseja diversificar las especias y los alimentos en nuestra alimentación diaria para aprovechar una mayor variedad de nutrientes y beneficios.