Mujer con suéter naranja luciendo preocupada en una habitación con ventanas grandes y un círculo con signos de interrogación rojos.
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¡Adiós al frío! El truco revelado por expertos para ahorrar en calefacción

Con la llegada del invierno, mantener el hogar cálido sin que la factura de calefacción se dispare es una preocupación

Con la llegada del invierno, mantener el hogar cálido sin que la factura de calefacción se dispare es una de las mayores preocupaciones. Expertos afirman que pequeños cambios impactan en la temperatura y el consumo energético del hogar. Uno de los trucos más simples y efectivos para combatir el frío es el uso estratégico de persianas y cortinas, complementado con medidas de aislamiento accesibles y prácticas.

Los consejos de los expertos para no pasar frío en casa

Montaje con caldera y hombre con frío y bufanda

Las ventanas son una de las principales vías de escape del calor en los hogares. Según estudios, alrededor del 12% del calor generado en una casa puede perderse a través de ellas si no se toman precauciones.

Para evitarlo, es fundamental aprovechar las persianas y cortinas como barreras naturales. Durante el día, se recomienda mantener las persianas levantadas y las cortinas abiertas para dejar entrar la luz solar. Este recurso gratuito permite calentar las habitaciones de manera natural y sin esfuerzo.

Cuando cae la noche, el procedimiento cambia. Bajar las persianas y cerrar las cortinas genera una capa de protección que ayuda a retener el calor acumulado durante el día.

Las cortinas térmicas o gruesas son especialmente útiles para este propósito, ya que refuerzan el aislamiento y minimizan la pérdida de temperatura. Este sencillo gesto no solo mejora la sensación térmica en el hogar, sino que también reduce la necesidad de utilizar la calefacción constantemente.

Montaje de fotos de un radiador de calefacción y, al lado, en el interior de un circulito, una imagen de una mano regulando la temperatura

A este truco se le pueden añadir otros elementos textiles que contribuyen a mantener el calor. Las alfombras, por ejemplo, no solo aportan calidez visual, sino que también actúan como aislantes para el suelo, evitando que el frío penetre desde abajo. El uso de mantas en sofás o camas ayuda a mantener el calor en los espacios más usados.

El aislamiento de puertas y ventanas también juega un papel crucial. Los burletes y selladores son aliados clave para evitar que las corrientes de aire frío entren al hogar. Estos productos son fáciles de instalar y representan una inversión económica que se recupera rápidamente al reducir el consumo de energía.

Asimismo, asegurarse de que los radiadores estén despejados de muebles o cortinas permite una distribución más eficiente del calor en las habitaciones.

Adoptar estos hábitos no solo mejora el confort en casa, sino que también se traduce en un importante ahorro en las facturas. Menos dependencia de la calefacción central implica un menor consumo energético, lo que beneficia tanto a los bolsillos como al medio ambiente. Con estas medidas, decir adiós al frío y mantener una casa cálida es más fácil y económico de lo que parece.

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