El tradicional plato catalán que podría no ser originario de Cataluña y no lo sabías
La receta es una de las más fáciles y sencillas, pero a la vez una de las más admiradas por su sabor
Cataluña tiene un amplio recetario que hace las delicias de los paladares más exigentes. Hoy en día es habitual degustar los mejores platos de la gastronomía en los restaurantes con más estrellas o renombre. Pero lo cierto es que lo básico y tradicional acaba conquistando a todo el mundo.
Eso pasa con uno de los platos más populares de Cataluña: el pan con tomate. Ahora bien, resulta que su procedencia e identidad ahora no está tan clara y lo que se han apoderado los catalanes, podría pertenecer a otros. Al menos así se desprende de una investigación llevada a cabo por La Razón, donde apunta que esta elaboración podría ser autóctona de otras comunidades.
El pan con tomate más allá de Cataluña
El marketing que se ha hecho con esta elaboración en Cataluña ha sido monumental. Tanto que hasta el momento nadie dudaba de que su invención se escondía en algún pequeño pueblo o ciudad catalana. Pero si ampliamos por otras localidades, a nadie se le escapa que el pan con tomate no se consume solo en Cataluña.
Murcia, la Comunidad Valenciana o Italia tienen platos muy similares que, pese a llamarse de otra forma, tienen el mismo resultado. Se dice popularmente que Murcia es la huerta de España, por lo que allí los tomates se cultivan y consumen a raudales.
En la Comunidad Valenciana tampoco es extraño ver esta elaboración como acompañamiento de otros platos. Lo mismo pasa en Baleares, donde adquirir un pan con tomate es más fácil y conocido de lo que muchos creen. Del mismo modo, esta sencilla receta ha llegado hasta Italia.
Allí se la conoce como la bruschetta y se la come con los trozos de tomate partidos en pequeños dados. En este caso también se adereza con alguna hierba aromática, pero la raíz culinaria sigue siendo la misma.
La receta más sencilla y con más éxito
Después de todo este descubrimiento, que el pan con tomate sea solo catalán queda bastante en entredicho. Eso sí, de lo que nadie duda es de que se trata de una de las recetas más fáciles de preparar. Igual de fácil que de rica y deliciosa.
Ya que en Cataluña es donde más se ha apostado por internacionalizar este plato, es preciso explicar cómo se elabora en sus comarcas. Todo se reduce a coger un trozo de pan, cortarlo por la mitad y tostarlo. Una vez se tiene el pan listo, se unta con tomate y se culmina con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
Esta es la receta básica, pero también se le puede añadir antes del tomate un poco de ajo restregado y una pizca de sal. Este paso, si lo consumen niños o personas con dolencias digestivas, es mejor evitarlo. A partir de aquí, solo queda disfrutar y seguir pensando cuál es su procedencia, si es que a alguien eso le resulta importante.
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