La razón por la que los catalanes comen canelones por San Esteban
La teoría más sólida sobre la relación entre el canelón y San Esteban se remonta al siglo XVIII y tiene su origen en la ciudad de Barcelona
Llegan las fechas más esperadas del año. Días de familia, reencuentros y comidas. Sobre todo eso último. Es por eso que nos tenemos que ir preparando y mentalizando. Después de Nochebuena llegará el día de Navidad y seguiremos comiendo. Y, por si no tuviésemos suficiente, en Cataluña, tras ambas festividades, tendremos la habitual cita con San Esteban y sus canelones.
Pero... ¿Por qué comemos canelones por San Esteban? Pues nos tenemos que remontar al siglo XVIII. Fue entonces cuando, en Barcelona, muchas familias adineradas y restaurantes contaban en sus casas y espacios con cocineros italianos, suizos o franceses. Países en los que —sobre todo en Italia— ya había una tradición del 'canelloni'.
¿Y qué pasó? Pues que cuando los cocineros empezaron a integrar el 'canelloni' en la gastronomía catalana, la cosa pegó un boom. El canelón —que, en muchas casas, se empezó a hacer a base de carne y queso gratinado— se popularizó.
El plato gustaba, pero, a su vez, era muy laborioso. Por lo que quedó para días especiales. Y así, al cabo de los años, acabó quedando para el día de San Esteban. Es, al menos, la versión del periodista experto en gastronomía, Néstor Luján.
El autor del libro 'Pequeña historia de los canelones' cuenta así por qué el canelón terminó siendo el plato típico de San Esteban.
La teoría de la guerra civil
Otra de las teorías señala que el canelón se popularizó sobre todo en los años 50. Tras la guerra civil, en muchas casas catalanas había escasez de producto. Y la Navidad siempre tuvo una importancia máxima.
Por eso, tras la comida de Navidad, en muchas casas se empezó a aprovechar lo que sobraba —sobre todo, carne— para empezar a hacer canelones. Canelones que, precisamente, se empezaron a servir el día siguiente: el día de San Esteban.
La versión francesa
Finalmente, la última versión sobre el canelón y San Esteban guarda una gran similitud con lo que sostiene el periodista Néstor Luján. Esta teoría explica que los canelones se empezaron a hacer a la Maison Dorée de París; y que un catalán 'copió' la idea y los trajo a Barcelona.
Se trata de Michel Pompidor. Este abrió un restaurante en Barcelona junto a su hermano y empezó a servir el canelón parisino. Abrieron en 1903 y revolucionaron la gastronomía en la ciudad condal. El plato se popularizó y, fruto de su boom, terminó en las mesas el día de San Esteban.
Tres teorías, distintas y a su vez diferentes, que cuentan el por qué del canelón en Cataluña por San Esteban.
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