El pueblo perfecto si eres un fanático de los paisajes naturales y de la tranquilidad

En la zona interior de Cataluña, hay lugares donde la historia y la naturaleza se mezclan de una manera muy especial. Rodeado de paisajes de montaña y campos, este sitio te invita a recorrer sus calles, aprender sobre su patrimonio y disfrutar de su tranquilidad.

Este lugar ofrece más que solo paisajes. Su encanto radica en su mezcla de pasado medieval y la vida tranquila de hoy en día.

¿Dónde está y qué ver?

Os de Balaguer es un pueblo situado en la comarca de La Noguera, dentro de la provincia de Lérida, a unos 150 kilómetros de Barcelona. Con una población de poco más de mil habitantes, este pequeño municipio conserva una rica herencia histórica. Se encuentra aproximadamente 1 hora y 45 minutos de Barcelona, dependiendo del tráfico.

Uno de sus principales atractivos es el Monasterio de Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes, una joya arquitectónica que data del siglo XII. El monasterio fue fundado por un grupo de ermitaños que se consolidó como el más importante de su orden en Cataluña. Hoy en día, lo gestionan los hermanos maristas, y su visita es imprescindible para conocer el legado medieval de la región.

Otro punto clave es el Castillo de Os de Balaguer, ubicado en lo alto de un cerro. Este castillo fue una fortaleza árabe del siglo IX, y aunque gran parte de su estructura se ha perdido, aún se pueden ver algunos restos del recinto amurallado. Desde aquí, las vistas panorámicas sobre el río Farfanya y el pueblo son espectaculares.

Qué hacer y curiosidades

Uno de los sitios más interesantes es la Presa de Canelles, a pocos kilómetros del pueblo.  Se trata de la presa más alta de España, con 137 metros de altura, y la segunda más alta de Europa en el momento de su construcción.

Ofrecen visitas guiadas tanto a la central hidroeléctrica como al embalse, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una actividad diferente. Además, es posible realizar un paseo en catamarán por el embalse y explorar rincones naturales impresionantes como el Congost de Mont-rebei, un desfiladero que impresiona por su belleza.

Este es un destino perfecto si buscas tranquilidad, historia y un contacto cercano con la naturaleza en plena Cataluña.