El pueblo medieval de Cataluña que nadie conoce y no te puedes perder: mucho encanto
Rodeado de naturaleza y con una apuesta directa por la historia, este municipio es el lugar perfecto para una escapada
Existen pueblos que son un auténtico tesoro, pero que muy pocos conocen. Ese es el ejemplo de un municipio de Gerona que tiene orígenes medievales y que parece sacado de un cuento. Llegar a él es adentrarse en un paisaje único que no deja indiferente a nadie.
Sus vistas, sus atractivos y su ubicación lo hacen especial y se convierte un punto obligatorio a visitar en el mapa. Se trata de Madremanya, un pueblo de la comarca del Gironès conocido por su bien conservada arquitectura y su rica historia. Este pequeño rincón, situado en la comarca del Gironès y colindante con el Baix Empordà, es un ejemplo perfecto de la belleza medieval en armonía con la naturaleza de alrededor.
Madremanya destaca por su núcleo antiguo, dominado por la iglesia parroquial fortificada de Sant Esteve. Construida en el siglo XIV con un estilo románico tardío, su majestuoso campanario es uno de los símbolos más representativos del pueblo. De hecho, ha sido capturado en innumerables fotografías que muestran el inconfundible paisaje de Madremanya.
Madremanya y su autenticidad
La economía de Madremanya ha estado históricamente centrada en la agricultura y la ganadería. A lo largo del tiempo, el pueblo ha mantenido un aire señorial, evidenciado en sus edificaciones y en la disposición de sus calles. Gracias a su ubicación estratégica, Madremanya se presenta como un excelente punto de partida para descubrir una variedad de parajes naturales.
También otros encantos culturales y localidades emblemáticas de la Costa Brava. A un paso de los pueblos de Bordils y Corçà, y cerca de otros núcleos medievales como Monells, La Pera, Púbol y Sant Martí Vell. Con todo este escenario a su alrededor, no cabe duda de que Madremanya ofrece una rica oferta turística.
Además, Madremanya es un destino imprescindible para quienes desean seguir la ruta hacia el Santuari dels Àngels. Este lugar es famoso por ser el escenario de la boda secreta entre Salvador Dalí y Gala. La ruta forma parte del Triángulo Daliniano, un itinerario turístico ideal para los admiradores del popular artista surrealista.
Un pueblo como los de antes
El pueblo ha preservado con esmero sus edificaciones históricas, incluyendo el hotel El Racó de Madremanya. Lo que permite sumergirse en la atmósfera de un pueblo medieval que ha evolucionado manteniendo los detalles arquitectónicos de los siglos XVII, XVIII y XIX.
Pasear por las calles de la Creu o de les Mosques ofrece un deleite para quienes buscan belleza en un entorno histórico. Para quienes planean visitar Madremanya, se recomienda tomar la carretera GIV-6701, que conecta el pueblo con los vecinos Bordils y Corçà. Si todavía no tienes planes para el fin de semana, coge el coche y disfruta de un lugar que seguro que jamás olvidarás.
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